La encantadora ciudad de Peñíscola es una de las localidades del levante con mayor riqueza en playas y calas donde perderse y disfrutar del mar mediterráneo. A lo largo de su litoral podemos encontrar desde playas típicas del turismo estival hasta solitarios rincones donde la tranquilidad y la paz son los protagonistas.
A continuación os vamos a mostrar algunas de las mejores playas y calas que se pueden encontrar en «la ciudad del mar»:
Playa Norte
Es la viva estampa del turismo de verano, una playa concurrida donde las sombrillas y toallas decoran su larga costa. A pesar de su masificación, no es una playa más. Su fina arena, su agua limpia y cristalina y las vistas del magnífico Castillo del Papa Luna, otorgan a este lugar un encanto especial.
Sus más de cinco kilómetros de arena están totalmente acondicionadas y dispone de todo tipo de servicios, entre ellos pasarelas de acceso, infraestructuras para personas con movilidad reducida, servicio de limpieza y mucho más. Además, se le han concedido varias certificaciones como la bandera azul, la bandera Q del Instituto de Calidad para el Turismo de España, la bandera «verde» de la empresa de certificación AENOR y la bandera «Qualitur» de la Agencia Valenciana de Turisme, que constatan la calidad, gestión y el buen servicio de la Playa Norte de Peñíscola.
Playa Santa Lucía
Es una pequeña playa aislada de apenas 54 metros de longitud y unos 12 cm de anchura. Presenta un paisaje totalmente natural donde relajarse mientras se disfruta del mar mediterráneo y del sol. Apenas presenta ocupación en verano, por lo que la tranquilidad, el silencio y la relajación están garantizados.
Es una playa muy recomendable para realizar buceo, ya que hay muchas rocas y presenta una gran diversidad de fauna marina.
Cala del Moro
Situada justo al lado de la Playa Santa Lucía, es una pequeña y encantadora cala de gravilla de muy fácil acceso en la que apenas encontrarás a nadie. Es el lugar perfecto para disfrutar de la intimidad del mar mientras observas el gran peñón amurallado de Peñíscola desde la distancia.
Cala l’Aljub
Es una pequeña cala de apenas 54 metros de longitud. No es el lugar ideal para bañarse en el mar pero ofrece una belleza inigualable. La mayor parte de su superficie está formada por roca, salvo un pequeño trozo con pequeños guijarros y arena, por lo que si quiere tomar un baño debe tener un especial cuidado.
El acceso sólo es posible a pie o en bicicleta y suele presentar muy poca ocupación, incluso en los meses de verano, por lo que podrá disfrutar de una máxima tranquilidad.
Cala Badum
Se encuentra ubicada a los pies del acantilado Badum. Se caracteriza por su difícil acceso, lo que la convierte en una de las calas más tranquilas y solitarias de todo el Parque Natural de la Sierra de Irta. Es el lugar ideal para disfrutar de un momento a solas mientras observas la inmensidad del mar y escuchas el relajante sonido de las olas.
Playa del Russo
Es una de las pocas playas de arena que se pueden encontrar a lo largo del Parque Natural de la Sierra de Irta, por lo que es una de las playas que más ocupación presenta en los meses de verano. Junto a ella se encuentra el cuartel de carabineros que hasta mediados del siglo XX se encargaba de controlar el tráfico de mercancías.
Es el lugar ideal para disfrutar de unas aguas cristalinas rodeados de naturaleza.
Playa del Pebret
Situada justo al lado de la Playa del Russo, es otra de las playas de arena que se encuentran en la Sierra de Irta. En este espacio natural, puede observarse la Duna Del Pebret, una de las pocas dunas que todavía quedan en el litoral de la provincia de Castellón y cuya peculiar y especial vegetación la llevaron a ser Microreserva de Flora en el 2008.
En definitiva, la Playa del Pebret, con su fina arena y la belleza de su entorno, se convierte en uno de los lugares más encantadores para broncearse o tomar un baño en las cálidas aguas del mediterráneo.
Playa Irta
Es una de las playas más pequeñas de Peñíscola y, para muchas, unas de las más bonitas de la zona. Su gruesa arena dorada y la presencia de una gran zona arbórea en uno de sus lados otorgan a este lugar una belleza única.
Los aficionados a la pesca marítima encuentran en la Playa Irta el sitio ideal donde colocar sus cañas.
Playa de la Petxina
Su nombre hace referencia a la gran cantidad de conchas (petxines) que decoran su orilla y dan a esta pequeña playa un encanto especial. Es uno de los último lugares vírgenes de la zona.
Suele presentar una ocupación baja incluso en verano y es el lugar ideal para practicar buceo ya que hay una gran diversidad marina en su orina.
Playa Basseta
Una de las playas de mayor longitud que se encuentran en el Parque Natural de la Sierra de Irta, tiene unos 1200 metros de longitud.
Se caracteriza por la gran cantidad de rocas en su orilla y la belleza de la vegetación que la rodea. Se aconseja visitarla al atardecer, donde la tranquilidad y el silencio están asegurados.
Si disfruta de sus vacaciones en Peñíscola, no dude en perderse por alguna de las playas y calas que pueblan su litoral, descubrirá innumerables tesoros naturales de una belleza sin igual.
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